Resolución del Parlamento Europeo sobre justicia racial, no discriminación y antirracismo en la Unión
La Resolución sobre justicia racial, no discriminación y antirracismo en la Unión, promulgada por el Parlamento Europeo en 2022 y publicada recientemente en el Diario Oficial de la Unión Europea, centra la atención en las amenazas que afligen Europa cada año más a causa de las ideologías extremistas – en concreto los sentimientos de extrema derecha – que están en auge y siguen intimidando los derechos humanos fundamentales.
Este himno al antirracismo se basa en documentos ya adoptados por diferentes instituciones y órganos de la UE durante los años pasados. Entre ellos destacan:
· los informes y encuestas realizados por la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA),
· la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial,
· la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas,
· el Tratado de la Unión Europea (TUE), el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
En particular, el Parlamento subraya – de conformidad con el artículo 2 del TUE – que la Unión se fundamenta en los valores de respeto de la dignidad humana, libertad, democracia, igualdad y Estado de Derecho.
Además, esta Resolución considera el Plan de Acción Antirracismo 2020-2025 como el primero instrumento político de la Unión que reconoce la dimensión estructural del racismo, es decir aquellos comportamientos discriminatorios que están arraigados en las instituciones sociales, financieras y jurídicas y que, por tanto, influyen en la formulación de las políticas cuyo objetivo tendría que ser proteger a las minorías. El Parlamento reconoce también que hay Estados miembros en los cuales esta condición está más fuertemente consolidada y, por eso, este Plan – sin otros instrumentos – no es suficiente para eliminarla.
Según la FRA, la discriminación y el acoso por motivos raciales siguen siendo habituales en la Unión Europea sobretodo contra grupos racializados por motivo de su origen étnico o inmigrante (la población gitana, las personas procedentes del Norte de África o del África Subsahariana, los musulmanes y los judíos). Aun así, los movimientos discriminatorios se dirigen también contra la comunidad LGBTQI, las mujeres o las personas con discapacidad. Las consecuencias de esto son catastróficas: se reflejan en desigualdad socioeconómica y pobreza (dos factores que interactúan y se refuerzan mutuamente), inseguridad sanitaria, laboral, educativa, jurídica… En otras palabras, la discriminación causa todos los efectos negativos que la Unión Europea se propone de derrotar. Por eso, el Parlamento Europeo, a través esta Resolución, se dirige al Consejo y a la Comisión para que se amplíe la legislación en este ámbito.
– Martina Maddaluno
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