La economía española afronta un periodo de incertidumbre mientras busca mantener su recuperación tras el impacto de la pandemia y enfrentar los efectos de la inflación. Durante 2024, se espera que la actividad económica crezca moderadamente, aunque factores como el aumento de los precios de la energía y la incertidumbre en el mercado laboral representan retos adicionales.
El Banco de España ha proyectado un crecimiento moderado, aunque persisten dudas sobre el impacto de la inflación en el consumo y la inversión.
La recuperación del sector turístico, junto con las exportaciones, sigue siendo uno de los principales motores económicos. No obstante, el aumento de los costes energéticos está afectando a sectores clave como la industria y el comercio, que también experimentan presiones salariales.
Los analistas esperan que la implementación de políticas de estabilización y medidas para la transición energética puedan mitigar estos efectos, aunque advierten que la situación económica dependerá en gran medida del contexto internacional y la evolución de los mercados globales.
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